Sus síntomas pueden aparecer de forma inesperada y empeorar rápidamente. Sin tratamiento oportuno, la uveítis puede generar la pérdida permanente de la visión. La detección a tiempo es clave.
La uveítis es la inflamación de la úvea, la capa vascular del globo ocular que se encuentra conformada por tres estructuras: el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. Esta enfermedad puede causar un gran impacto en la calidad de vida de las personas que la padecen ya que sus efectos recaen directamente en la visión, debido a ello logra reducir en gran manera la autonomía del individuo, ya que puede llegar a depender total o parcialmente de alguien para llevar a cabo sus funciones y, a la vez, causa afecciones emocionales y psicológicas. Su detección temprana y tratamiento idóneo con personal especializado puede evitar efectos irreparables, de modo que es indispensable conocer los síntomas de alerta de esta enfermedad para poder tratarla.
La uveítis presenta dolor ocular, ojos rojos, visión borrosa, disminución de la agudeza visual, pupila de tamaño reducido, sensibilidad a la luz y puntos oscuros en el campo de visión. Esta enfermedad suele afectar un ojo, pero en algunos casos puede alternarse entre los dos ojos, los síntomas pueden aparecer de forma repentina y empeorar en poco tiempo. En algunos casos no hay síntomas, pero se logran detectar signos de uveítis en los exámenes oftalmológicos de rutina.
Existen tres tipos diferentes de uveítis y se clasifican según la zona afectada del ojo:
- Uveítis anterior: también conocida como iritis, es la más común ya que, según estudios, causa de entre 5 al 10% de ceguera a nivel mundial1 y constituye una de las principales causas de ceguera a nivel mundial pues ocupa el tercer lugar en los países desarrollados2. Este tipo de uveítis afecta el interior de la parte frontal del ojo, entre la córnea y el iris, y al cuerpo ciliar.
- Uveítis intermedia: conocida como pars planitis o uveítis posterior afecta la zona central del ojo, es decir capas de la retina o la coroides, los vasos sanguíneos que la nutren y el gel de la parte posterior del ojo, lo cual puede conducir a la pérdida de la visión.
- Uveítis posterior: este tipo de uveítis presenta inflamación que afecta las estructuras del fondo de ojo como la retina y/o coroides, junto al nervio óptico. La inflamación de los vasos centrales de la retina también se puede considerar como una forma de uveítis posterior.
- Panuveitis: se produce cuando todas las capas de la úvea se inflaman, desde el frente hasta la parte posterior del ojo.
Se estima que los pacientes pasan en promedio de uno a dos años en espera de un diagnóstico certero, periodo durante el cual acuden al menos a cuatro médicos de especialidades.
Causas
Las posibles causas de la inflamación ocular son diversas y esta puede ser el reflejo de otra enfermedad preexistente que puede haber pasado desapercibida, por lo tanto, la uveítis puede ser una alarma.
Sus causas pueden ser infecciosas como el herpes, la tuberculosis o sífilis, parásitos como la toxoplasmosis (la más frecuente). Las causas de origen no infeccioso pueden afectar únicamente al ojo o estar relacionadas con enfermedades como la artritis idiopática juvenil, la enfermedad de Behçet, la sarcoidosis, el lupus eritematoso sistémico, entre otras. También se debe tener en cuenta que en muchos pacientes no se logra encontrar el origen exacto de la uveítis.
Si la uveítis no se trata puede derivar en complicaciones como glaucoma, cataratas, daños al nervio óptico, desprendimiento de retina y perdida permanente de visión.
Ante el gran impacto de la uveítis crece la necesidad de generar conciencia e informar sobre las señales de alarma para detectarla y tratarla a tiempo. Según la OMS, en el mundo hay al menos 2200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o distante y en al menos 1000 millones de esos casos, el deterioro visual podría haberse evitado o todavía no se ha aplicado un tratamiento.
1 Coghi Brenes, A., & Fung Schmitz, R. (2021). Uveitis anterior infecciosa. Revista Ciencia y Salud Integrando Conocimientos, 5(2), Pág. 105–115. https://doi.org/10.34192/cienciaysalud.v5i2.283
2 Pasadhika S, Rosenbaum JT. Update on the use of systemic biologic agents in the treatment of noninfectious uveitis. Biologics: targets & therapy. 2014;8:67- 81.